El pederasta de Ciudad Lineal se niega a declarar

El presunto pederasta de Ciudad Lineal, Antonio Ortiz, se ha acogido a su derecho a no declarar ante los magistrados de la Sección Séptima de la Audiencia Provincial de Madrid, al igual que se ha negado a hablar sobre las agresiones sexuales durante toda la instrucción. “No voy a declarar señoría”, ha dicho.

Han pasado dos años desde que Antonio Ortiz fue detenido en Santander y acusado de agredir sexualmente a cuatro niñas en los distritos de Ciudad Lineal y Hortaleza en Madrid. Hoy, primer día del juicio, su aspecto era similar al que presentaba entonces. Pelo más corto y barba de tres días pero la misma fortaleza física y cuerpo trabajado que cuando cometió presuntamente los delitos.

Antonio Ortiz se enfrenta a penas de entre 26 y 126 años de cárcel. La Sección Séptima será la encargada de juzgar los hechos, con la presidenta María Luisa Aparicio al mando de las sesiones. El Ministerio Público solicita una pena de 77 años y seis meses de prisión. Además, exige una indemnización de 75.000 euros para la testigo protegido 2 por los daños morales, a la testigo protegido 3, de 300 euros por los días que tardaron en curar sus lesiones y estuvo impedida para dedicarse a sus ocupaciones habituales y de 100.000 euros por los daños morales causados. En el caso de la testigo protegida 4, la Fiscalía solicita una indemnización de 900 euros por los días en que estuvo hospitalizada para curar sus heridas y de 150.000 euros por los daños morales. La testigo protegido 5 deberá ser indemnizada, en su caso, en la cantidad de 100 euros por el día que tardó en curar sus lesiones y en 100.000 por los daños morales.

El caso desató una gran alarma en la capital durante más de un año y medio. La Policía creó un equipo especial para localizarlo y se llegaron a colocar cámaras en algunos parques de la capital. Cristina Cifuentes, delegada del Gobierno hace dos años, calificó al pederasta como el «enemigo público número 1».

La primera de las agresiones se produjo el 24 de septiembre de 2013, cuando Ortiz abordó a una niña de cinco años en un parque infantil; la siguiente agresión ocurrió el 10 de abril de 2014, cuando una niña de nueve años salía con dos amigas de una tienda de chucherías.

Dos meses más tarde, el 17 de junio, volvió a emplear el engaño para persuadir a una niña de seis años y llevarla en coche hasta un lugar desconocido. Dos meses después, el 22 de agosto, abordó a otra niña de siete años en un momento en el que se separó de su hermano y de su tío con quienes jugaba cerca de un parque.

El juicio del pederasta durará unos dos meses. En el mismo se visionarán los vídeos de los testimonios que se tomaron a las víctimas, denominados exploraciones en términos jurídicos. Se grabaron para evitar que tuviesen que declarar en la sala.

Casi un centenar de testigos, entre ellos policías y familiares, comparecerán entre el 20 de octubre y el 24 de noviembre, cuando se desarrolle la fase testifical, mientras que la pericial está prevista para el 25 de noviembre. Ya el 13 de diciembre será el turno de los informes finales y dos días después el acusado tendrá derecho a hacer uso de la última palabra.

Durante todo este tiempo Ortiz deberá estar presente en la sala, cuya audiencia será pública a excepción de los días que se tengan que ver las declaraciones de las menores en instrucción.

 

 

 

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