Depresión, una enfermedad en auge. Descubre el decálogo de ayuda para su recuperación

Tanto el episodio depresivo mayor (depresión), como la distimia,son dos patologías psíquicas denominadasTrastornos afectivos, o  del estado de ánimo.Este tipo de trastornos eran muy comunes en la sociedad, pero hoy en día, debido a la realidad de crisis sanitaria y económica que vivimos lo es aún más. Desgraciadamente, la prevalencia de los síntomas de depresión (16%) entre la población afectada por la pandemia es más de tres veces que en la población general (4,4%), según un metaanálisis publicado la revista científica de psiquiatría PsychiatryResearchEs muy común conocer a alguien que en la situación actual, esté sufriendo esta enfermedad.
En este tipo de trastornos los pacientespueden sentirse incomprendidos porque ni ellos mismos saben por qué se sienten tristes, apagados, desmotivados, y a veces desesperanzados. Además, se pueden llegar a sentir culpables al no sercapaz  de salir de la situación por sí solos“La realidad es que ellos solos en la mayoría de los casos no pueden superar su estado depresivo, necesitan de una ayuda psicoterapéutica y/o farmacológica para hacerlo, pues en gran medida ellos no son responsables de lo que les pasa” Indica la psiquiatra y coordinadora de médicos de la Clínica López Ibor, Julia Picazo.
Es importante diferenciar ambas patologías para poder abordarlas, En el caso de la depresión, el estado mental es más intenso y dura al menos dos semanas, mientras que la distimia es menos intensa, pero más prolongado en el tiempo, perdurando más de, al menos, dos años.Los síntomas son similares, pero el paciente que sufre trastorno distímico además de sentirse melancólico la mayor parte del tiempo, tiene más sensación de desadaptación del entorno, se siente aislado socialmente y poco comprendido, viviendo momentos o épocas de irritabilidad emocional  “En la mayoría de los trastornos de estado de ánimo es muy posible que requieran de un tratamiento farmacológico y de un abordaje psicoterapéutico, pero en el caso concreto de los pacientes con distimia es aún más importante la psicoterapia” Afirma la psiquiatra Julia Picazo.
LA AYUDA  DEL ENTORNO ES CLAVE. DESCUBRE ESTE DECÁLOGO
Como indica la Psicóloga Beatriz Mora “Profunda tristeza, desesperanza, sentimientos de culpa e inutilidad, aislamiento, fatiga permanente, irritabilidad, incapacidad de disfrutar, deseos de muerte… Fácilmente podemos reconocer el sufrimiento que padece una persona con Depresión, pero… ¿Qué pasa con su entorno?¿Qué pueden hacer ante esta realidad? Este decálogo es clave  para poder ayudar tanto al ser querido que sufre la patología, como al familiar que quiere ayudar, para  afrontar la situación de la mejor manera posible”.

ü1. Muestra tu empatía

Es fundamental que entiendas lo que le ocurre. La Depresión es un Trastorno Psiquiátrico que produce una grave alteración en la forma de pensar, de sentir y de actuar.Debes saber que no se trata de algo voluntario, ni de lo que se pueda salir con “fuerza de voluntad”. Comprende que las situaciones cotidianas que a ti te parecen sencillas, a una persona con depresión le suponen un reto inalcanzable.

ü2. Ofrece tu apoyo y compañía

Haz saber a tu familiar que puede contar contigo. Pídele que te explique qué es lo que le ayuda a mejorar y qué no. A veces, nuestros criterios no coinciden con los suyos. Muestra tu disposición a escuchar sin juzgarle. No siempre es necesaria tu opinión, tan solo que sepa que le escuchas.

ü3. Ayúdale a pedir ayuda

Explícale que lo que le ocurre no es por su culpa. Debe comprender que se trata de una enfermedad y, que como tal, necesita un tratamiento que le ayudará a mejorar. Es importante que sepa que no tiene que llevar todo el peso solo y que con ayuda profesional, el proceso será más rápido.

ü4. Fomenta su activación

Debes saber que cuantas más actividades vaya realizando, más mejorará su estado de ánimo. Pero la clave es motivar sin forzar, ya que si no lo consigue o no lo disfruta, su sensación de fracaso puede aumentar.Una buena estrategia sería comenzar poco a poco por aquellas actividades que menos le cuesten y que, en el pasado, le resultaran más gratificantes. En cualquier caso, proponlo de forma empática y relajada. Insiste suavemente, pero si lo sigue rechazando, espera a otra ocasión.

ü5. Refuerza sus logros

Si tu familiar hubiera sufrido un accidente y tuviera que volver a aprender a caminar, aplaudirías cada avance, desde el más mínimo movimiento del pie… y con la Depresión debes hacer lo mismo.Premia cada mínimo esfuerzo que consiga hacer: sonreír, aceptar un plan, participar en alguna conversación, hablar positivamente de futuro,… Hazle saber claramente que te has dado cuenta y cuánto lo valoras. Y recuérdale que cada vez, le será más fácil.

ü6. Evita los reproches

No le recrimines si no hace lo que le has pedido, recuerda que no es culpa de tu familiar, sino que es la enfermedad quien se lo impide. Evita comentarios como “pon de tu parte”, “anímate”, o “no tienes motivos para estar así”, etc. Tampoco intentes “curarle” o hacerle razonar a través de sermones bienintencionados pero ineficaces en esta situación. Acabareis los dos agotados pero nada habrá cambiado.

ü7. No le sobreprotejas

A no ser que así lo indique el profesional, no asumas todas sus responsabilidades. Por un lado, evitarás que se instale en esa situación, pero también le ayudarás a que se sienta útil (no olvides reconocérselo). No obstante, no dudes en ofrecerle tu ayuda al principio, facilitándole el esfuerzo (por ejemplo, acompañándole, o haciendo una parte de la tarea).

ü8. Desvía su atención del sufrimiento

Probablemente tu familiar tenga un discurso centrado en lo negativo tanto de sí mismo, como de lo que le rodea. Por ello es importante que, aunque le transmitas que puede contar contigo y que se sienta escuchado, una vez que termine y sin reproches ni acusaciones, intentes desviar la conversación y su atención hacia otros temas que no tengan que ver con la Depresión; no tienen que ser contenidos necesariamente alegres, basta con que sean neutros.

ü9. Acepta que se trata de un proceso lento

Superar una Depresión es un camino largo y los altibajos forman parte de él. No se deben a la voluntad de tu familiar, ni a que tú lo estés haciendo mejor o peor. No cambies las estrategias constantemente buscando una mejoría rápida. Sé paciente y cree en la ayuda que le estás brindando.

ü10. Anticípate al riesgo

Algunas personas que sufren Depresión pueden presentar ideas o deseos de suicidio, no restes importancia a esa posibilidad. Pregúntale directamente a tu familiar, comparte con él tu preocupación. En caso de que su respuesta sea afirmativa, o, aunque no lo sea pero tú sospeches que puede estar contemplando esa idea, ponte directamente en contacto con los profesionales sanitarios y sigue las indicaciones que te ofrezcan.
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