Oriente Medio, a la espera del próximo movimiento de Estados Unidos
Un total de 45 personas murieron por los bombardeos estadounidenses del pasado viernes contra objetivos vinculados a la Guardia Revolucionaria iraní en el este de Siria y el oeste Irak, en represalia por el ataque de las milicias proiraníes que dejaron a tres de sus soldados muertos la pasada semana en Jordania.
“Sin duda, esos ataques (de EE.UU) no pasarán desapercibidos y dejarán efectos claros en la situación en Irak y en la región, especialmente desde que la administración estadounidense anunciara que son sólo el comienzo de su respuesta a las facciones armadas que atacan sus bases”, dijo a EFE Sabah Abdelhadi, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad Al Nahrain, de Bagdad.
Subrayó que “a nivel interno ensombrecerán la relación entre el Gobierno y las facciones armadas, ya que avergonzaron enormemente al Gobierno y lo pusieron en una posición poco envidiable a la luz de su compromiso de proteger a los asesores” militares extranjeros de la coalición internacional contra la organización terrorista Estado Islámico (EI).
Esa coalición, encabezada por EE.UU., participó en la guerra contra EI, un conflicto en el que también las milicias chiíes de la Multitud Popular (asesoradas por Irán) tuvieron un papel fundamental en la derrota territorial del grupo terrorista en Irak.