Francia rinde homenaje a las víctimas de Niza y las familias de los atentados de París denuncian al Estado
Han pasado tres meses desde el dramático atentado de Niza (Francia) el 14 de julio, cuando un terrorista a bordo de un camión acabó con la vida de 86 personas. Y este sábado, Francia ha rendido homenaje a todos los que perdieron la vida en el Paseo de los Ingleses de Niza intentando mostrar una unidad inquebrantable contra el terrorismo. Los actos han estado presididos por el presidente de la República François Hollande, rodeado de las más altas autoridades del Estado y acompañado del príncipe Alberto de Mónaco, el único jefe de Estado extranjero presente en la ceremonia.
Hollande, intentando hacer frente a las críticas recibidas después de los atentados, aseguró hoy que “lo que fue golpeado el 14 de julio fue la unidad nacional. Esa empresa maléfica fracasará porque la unidad, la libertad y la humanidad prevalecerán”.
El presidente ha sido contuendente al afirmar que en la “guerra contra el terrorismo” podrá contar con cada francés, al tiempo que prometió un combate que llevará a cabo “con las armas de la democracia, que no es débil, que ha sobrevivido a todos los totalitarismos”.
Hollande, emocionado, rindió homenaje a los fallecidos, y recordó a Marco, un italiano de 92 años que murió junto a su esposa, el más mayor de los muertos, y a Leana, la más joven, que acababa de cumplir los dos años cuando murió junto a su primo, su abuelo y un amigo. El jefe de Estado recordó a los presentes que 15 de los 86 fallecidos no habían cumplido los 18 años y que en algunas familias se perdieron miembros de tres generaciones.
Entre los asistentes estaban buena parte de los candidatos a las primarias del centro y la derecha, como el expresidente Nicolas Sarkozy, además de la líder ultraderechista Marine Le Pen, que no acudió al homenaje nacional a las víctimas de los atentados de París y Saint-Denis del 13 de noviembre de 2015.
Las familias de las víctimas de París denuncian al estado
Pese a los homenajes, muchas familias de las víctimas de los últimos antentados no olvidan. En mayo fueron diecisiete familias de víctimas de los atentados yihadistas del pasado 13 de noviembre en París las que decidieron denunciar a Bélgica por no haber tomado las medidas necesarias para evitarlos. Los demandantes reprochaban a Bélgica los fallos en la vigilancia de los hermanos Brahim y de Salah Abdeslam, el único superviviente de los comandos ya detenido.
Los servicios de inteligencia belgas, según el informe confidencial de la policía de ese país en el que basan su decisión, disponían de informaciones que deberían haberles puesto en alerta. A principios de febrero de 2015, por ejemplo, una persona ofreció datos “esenciales” sobre Abdeslam a la policía local, asegurando que estaba en contacto con Abdelhamid Abaaoud, futuro coordinador de los ataques, y dispuesto a viajar a Siria.
Después de esta denuncia, un nutrido grupo de víctimas y familiares de víctimas de los atentados de París han decidido a través de sus abogados presentar un recurso ante la justicia francesa para que esclarecer los fallos de seguridad de la fatídica noche del 13 de noviembre. Los demandantes consideran que el estado francés no tomó las medidas necesarias ni actuó para evitar los ataques. Los familiares de las víctimas han solicitado al juez de instrucción que interrogue a cierto número de personas, especialmente a los policías y militares que llegaron primero al lugar y a sus mandos.
