La difteria causa estrategos en Venezuela, 24 años después de haber sido erradicada

ruiz_y_paez_hospital

La difteria, erradicada hace 24 años, ha resurgido en Venezuela. El brote, aún de dimensiones desconocidas, se ha propagado desde la comunidad indígena de San Antonio Roscio, en el municipio Sifontes, hasta otras regiones de Bolívar. Hasta hace 20 días sólo se habían admitido cuatro casos con índice de mortandad del 50%. Fuentes sanitarias hablaban de 23. Desde el ministerio de sanidad venezolano se afirmó que estaba todo controlado, que se había realizado el cerco epidemiológico y aumentado la estrategia para la vacunación de la población.

Sin embargo, en la calle la sensación era otra. En los centros sanitarios, en los pueblos y en los cementerios todos hablaban de la enfermedad y de cómo se había extendido. En algunos hospitales, como el de Raúl Leoni, el principal del sur de Bolívar, el personal iba con mascarilla. Había miedo entre los trabajadores que afirmaban que sólo se atendían los casos sospechosos de difteria.

Algunos vecinos cuentan casos concretos, narran cómo han perdido a alguno de sus hijos víctimas de la enfermedad. Los síntomas: tos, fiebre y dolor en la garganta. No siempre se diagnostica a la primera, a veces se confunde con un simple catarro, un hecho que empeora aún más la situación. Pero cuando ya no hay nada que hacer, cuando finalmente fallecen, la causa está clara. Difteria. Al menos cuatro niños han muerto ya por esa causa en esta zona de Venezuela.

Las personas no vacunadas o con un menguado sistema inmunológico son los más vulnerables a esta enfermedad contagiosa, provocada por una bacteria y que afecta de manera grave a las vías respiratorias. Muchos no sabían si quiera qué era la enfermedad y ahora se han agotado las vacunas.

El paludismo se ha enclavado hace más de una década en el Estado de Bolívar. La enfermedad, transmitida por un mosquito, ha reaparecido en las minas de esta provincia sureña tras 55 años de haberse erradicado en Venezuela.

Hasta finales del año pasado se registraron 105.757 casos en este país, una cifra récord desde que estalló esta epidemia de paludismo en 2013. Pero la Red Defendamos la Epidemiología -suscrita a la ONG Observatorio Venezolano de la Salud- calcula que entre enero y agosto se han alcanzado más de 130 mil casos de contagiados por la enfermedad.

Existe vacuna contra la difteria —normalmente administrada junto a la del tétanos y latosferina y ocnocida como DTP3—, y los médicos recomiendan poner tres dosis antes de cumplir el primer año de edad. El médico y exministro de Sanidad José Félix Oletta achaca la reaparición de la enfermedad en este país sudamericano a las brechas en los programas de inmunización. “El 90% de la población debe estar vacunada para evitar una epidemia, pero en la última década no se alcanzó esa cobertura en Venezuela”, explicó.

Según la Organización Mundial para la Salud (OMS), la cobertura de vacunas mundial contra la difteria alcanzó un 86% en 2014. Para ese año, 129 países tenían el 90% o más de cobertura contra la difteria, tétanos y tosferina. “Venezuela no estaba en esa lista. No se ha cumplido con esta meta en la última década. Hasta el mes de julio había un riesgo alto [de un brote] en al menos siete estados del país”, agrega Oletta.

Pero las condiciones del Estado de Bolívar, fronterizo con Brasil y Guyana, son aliadas de las epidemias. En esta región abundan las minas ilegales. Muchas están afincadas en zonas selváticas, plagadas de campamentos donde conviven familias hacinadas y dominadas por mafias armadas.

El Gobierno no ofrece datos actualizados sobre la difteria, la divulgación de la información depende de la disposición de las autoridades. Entretanto, la Asamblea Nacional —controlada por la oposición— ha solicitado sancionar a la ministra de Salud por la falta de “transparencia” y su responsabilidad en el inadecuado manejo de lo que califican como una epidemia.

Your opinion
Share post if you like it!
GREAT
NEUTRAL
NOT BAD
BAD
Leave a comment