La odisea de cambiar los billetes de 100 bolívares en Venezuela

Los nuevos billetes venezolanos entraron en  vigor este 15 de diciembre y por eso muchos venezolanos quisieron cambiarlos antes de que desaparecieran de la circulación. Iba a ser difícil. Había pocos días y demasiados billetes en circulación. Por eso, días antes de la entrada en vigor del nuevo billete, las oficinas bancarias de Venezuela presentaban la misma imagen. Colas.

Había gente de todas clases: jóvenes, ancianos, personas maduras, de diferentes condiciones sociales pero todos con un mismo sentimiento, el desconcierto: esa palabra era la que mejor podía resumir el ánimo generalizado. Pero bastaba con escuchar las conversaciones de las colas para saber exactamente qué sucedía y cual era el ánimo de los venezolanos.

Nadie en la cola que se formaba para cambiar los viejos billetes daba demasiado crédito a las justificaciones dle gobierno de Maduro para cambiar los billetes. El presidente argumentó que existían almacenes llenos de billetes de 100 bolívares en Ucrania, España y laRepública Checa. Y la versión de que una mafia extranjera (una ONG apoyada por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos) pretendía desestabilizar el sistema económico, arrancaba incredulidad entre los presentes.

No todos podían entrar en la oficina y un vigilante abría de vez en cuando la puerta de vidrio y dejaba pasar a diez personas. Una anciana que aguardaba en la cola para poder cambiar sus billetes comentaba que había retirado su pensión a primeros de mes  y que venía a devolverla. La mayoría de los presentes comentaba que era una gran injusticia.

Para todos aquellos que tienen unos mínimos conocimientos económicos parece increible lo que está pasando ahora mismo en Venezuela. El nuevo billete no va a solucionar los problemas del país, simplemente supone dar un depósito que se va a volver agua y sal con la inflación.

Ya pasó algo similar en Alemania después de la primera guerra mundial donde para comprar un pan (si es que se conseguía) había que llevar una carretilla de dinero. También se vivió en Cuba el 8 de agosto de 1961, cuando Fidel Castro llegó al poder y anunció que el Gobierno disponía del cambio de billetes.

Asimismo, también existen ejemplos en la llamada Operación Berta, una apresurada medida de cambio de billetes y monedas impuesta por el Gobierno sandinista a toda la población en la Nicaragua de 1988. Los funcionarios gubernamentales que participaron tuvieron que jurar que no revelarían secretos de la operación, que al parecer benefició a unos cuantos jerarcas del régimen.

Algunos trabajadores venezolanos comentan que el hecho de que muchas personas pasen tantas horas en la cola significa un día laboral perdido. Toda la gente preocupada por sus ahorros, por sus ingresos, por no tener la posibilidad de recibir el cambio por lo que ofrecieron, porque no es canje ya que no está listo el cono monetario para hoy. Es importante escuchar las opiniones en la cola de tantos ciudadanos, de tanta gente, de tantas personas preocupadas y, por supuesto hoy el pensamiento se circunscribe a hablar de este cambio de moneda y no de otros problemas que todavía nos afectan; por ejemplo, la situación en los hospitales, la apertura de un canal humanitario para distribución de medicinas, toda esta situación se plasma en la cola.

¿Puede tener esta medida un efecto psicológico en la población?  la psiquis del venezolano tiene un nivel mayor de angustia a la de otros pueblos, y eso está relacionado con el tipo de consultas que hacen los pacientes, tanto en consultorios de psicólogos como de psiquiatras; padecemos una situación de angustia generalizada, la gente está pendiente de conseguir la comida diariamente, la gente está muy preocupada por lo que ha significado su esfuerzo de años, la situación mental del venezolano está constantemente alterada: el sueño, la posibilidad de disfrutar, de hacer el amor, de llevar una vida sana, todo esto lo tenemos en detrimento producto de cada decisión del Gobierno que nos afecta profundamente.

Y esa desesperación ¿puede llegar a desbordarles? los venezolanos aseguran que son un pueblo que tuvo 40 años de democracia y eso es una enseñanza; la gente no quiere que haya una salida violenta, la gente espera que se encauce toda la salida que pueda ser electoral y estamos a tiempo. Pienso que la gente tiene un aguante porque no queremos más violencia, más muertos y que la salida sea peor. La mejor salida es la electoral, por eso se está discutiendo, creemos en el diálogo porque como humanos la palabra siempre va a a resolver antes que las armas u otras cosas.

Cuando después de la cola los venezolanos llegan a la taquilla, la maquina para contar dinero funciona sin parar y da igual si alguien reclama porque los números no salen. La máquina siempre tiene razón.

Sólo en el banco es posible ver fajos de billetes como bloques de lego que se apilan. Y los montones van creciendo. y nadie sabe que pasará con ellos. Fuera del banco, después de la cola que ha durado horas para poder cambiar el dinero, se observan más colas: En las farmacias, los supermercados, las agencias bancarias, las colas se multiplican. Venezuela se ha convertido en una enorme cola.