4 razones por las cuales hay desabastecimiento de combustible en México

México cierra el año hablando de gasolina. Los problemas en el suministro de combustible han generado que los automovilistas tengan que hacer colas de hasta tres horas para llenar sus depósitos y la compañía estatal Petróleos Mexicanos (Pemex) ha pedido a los ciudadanos que no hagan acopio de combustible y que compren sólo lo que necesitan.

Al menos una decena de los 32 estados del país registraron situaciones de desabastecimiento en los últimos días. “Estamos tomando diversas medidas para restablecer el adecuado y oportuno abastecimiento de gasolinas y diesel en el país”, señaló la petrolera días atrás, pero la situación lejos de mejorar con el paso de los días, no termina de resolverse.

Los estados más afectados se localizan en Michoacán, Zacatecas, Guanajuato, Aguascalientes y San Luis Potosí pero también se registran ya problemas de abastecimiento en localidades de Oaxaca, Guerrero, Chihuahua, Durango, Puebla, Morelos y Tlaxcala.

Robo de combustible

Esta situación de escasez ha llevado a que se produzcan robos en de combustible. Pemex informó el 21 de diciembre que la operación del oleducto Salamanca-León fue suspendida por una toma clandestina que ocasionó la interrupción de la llegada del combustible a varias regiones.

Se estima que Pemex pierde unos 27.000 barriles de gasolina y diésel al día por el robo de combustible, un problema que se incrementó un 400% en en los últimos cinco años.

La compañía distribuye combustible a través de una red de 17.000 kilómetros y cuando en el sistema se identifica una baja de presión el suministro se interrumpe por seguridad. Entonces, personal de la compañía debe desplazarse hasta el lugar para comprobar la situación y arreglar el problema. Esto supone un corte temporal del suministro con el consecuente problema para el receptor.

“Cuanto tenemos problemas por el robo de combustible, tenemos que parar un ducto hasta por ocho horas”, explicó el director de Pemex Transformación Industrial, Carlos Murrieta Cummings.

Menor producción

A esta situación se suma una menor producción de petróleo en el país. Pemex es una empresa en crisis, con pérdidas de 40.000 millones de dólares en 2015, deudas por casi 100.000 millones de dólares y una serie de viejas refinerías que operan al 60% de su capacidad. Así, es difícil satisfacer la demanda de los consumidores.

Además, según ha anunciado la empresa petrolífera las previsiones son que el próximo año produzca menos de dos millones de barriles de petróleo diarios, la menor cantidad desde 1980.

Este año extrajo una media de 2,14 millones al día por lo que tuvo que comprarle a Estados Unidos poco más de la mitad de los barriles de gasolina que se consumen diariamente en el país.

La situación se agravó en diciembre, después de que la diferencia entre la demanda interna y la producción y la importación superara los 100.000 barriles diarios. De hecho, fue necesario recurrir a la reserva que tienen tanto estaciones de servicio como las terminales de almacenamiento de Pemex para hacer cubrir las necesidades de la población.

“Compras de pánico”

Y mientras los números ponen en evidencia que el combustible en circulación no es suficiente, desde la compañía se afirman cosas diferentes y se echa la culpa a las compras de pánico, al miedo de los ciudadanos a quedar desabastecidos”No hay escasez de producto. Se generaron estas compras que aumentaron la demanda entre 20% y 40%”, aseguró este lunes el director de Pemex Transformación Industrial, Carlos Murrieta Cummings.

Y no hay que olvidar otro aspecto, la nueva normativa aprobada por el gobierno que permite la entrada en vigor de nuevas compañías petroleras y que cambia la manera de fijar el precio del combustible prevé subidas de hasta un 20%. Este hecho ha dado pie a la especulación y a testimonios que aseguran que tanto los consumidores como las propias estaciones de servicio puedan estar realizando compras adicionales y acaparando el producto, respectivamente.

Y mientras todo esto sucede, la Asociación Mexicana de Empresarios Gasolineros (Amegas), que agrupa a 350 empresarios con 1.200 estaciones de servicio en todo el país, ha hecho un llamamiento para que no se almacene el combustible con fines especulativos.

“Tener gasolinas y diesel y no venderlo implica un delito que puede culminar con multas y cierre de la gasolinera, además del riesgo del público consumidor, que en casos anteriores a este momento, toman a la fuerza las bombas de gasolina, para autodespacharse, poniendo en riesgo a nuestros trabajadores y nuestras estaciones de servicio”, advirtió la Amegas.

Revisiones en refinerías

La Amegas asegura que el desabastecimiento también está generado por una serie de acciones que Pemex lleva adelante en las seis refinerías del país. En concreto hablan de una inspección y un proceso de revisión del equipamiento y de las plantas que está llevando a que la producción se vea afectada.

Según ha denunciado la asociación de estaciones de servicios existen dos plantas que en estos momentos trabajan al 20% de su capacidad, una acusación que ya ha rechazado la compañía.

“Es totalmente falso (…). Algunas plantas sí estaban en mantenimiento, el hecho de que estuvieran en mantenimiento no quiere decir que se estuvieran desmantelando”, se defendió Murrieta Cummings.

El funcionario de Pemex señaló que esta semana se sumarán dos plantas más en dos refinerías. “Estamos incrementando lo más posible toda la producción, para que se pueda fortalecer el suministro que se tiene”, agregó.

Cambios en el mercado energético mexicano

Todos estos problemas de precio y abastecimiento vienen determinados por los cambios que se introducirán a partir de enero de 2017, una fecha en la que México tendrá un mercado inédito de gasolinas en casi 80 años de monopolio de la empresa estatal Petróleos Mexicanos (Pemex). Pero ese nuevo escenario vendrá acompañado de dolores de cabeza.

pemex

Todo se debe a que a partir de enero entra en marcha un nuevo esquema de venta de gasolinas como consecuencia de la reforma energética del país: ya no habrá un precio único fijado por el gobierno, ni estaciones de una sola empresa (Pemex), sino varias marcas y gasolineras que alentarán la competencia.

Sin embargo, la transición no será fácil: este martes el gobierno mexicano anunció nuevos precios -lo que se ha llamado “gasolinazo”- de hasta 20% de incremento.

Economistas coinciden en que esto traerá un golpe al bolsillo mediante la inflación de los precios de productos y servicios que los mexicanos pagaran, usen o no el vehículo.

“A nivel individual habrá un aumento en el costo de vida y por lo tanto un menor nivel de bienestar, y eso es inevitable cuando hay un aumento de la gasolina”, asegura el analista Gerardo Esquivel, doctor en economía por la Universidad de Harvard (EE.UU) en declaraciones a distintos medios.

El gobierno cree que no habrá incrementos de precios desorbitados, pero asegura que es el paso necesario para liberar a las finanzas del gobierno de la carga de mantener precios “artificiales”.

“La alternativa es que hubiéramos usado otros impuestos para mantener el precio de la gasolina bajo, que recortáramos otros programas sociales”, dijo el titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), José Antonio Meade.

El nuevo mapa de precios y su calendario

Este es el nuevo escenario al que se enfrenta el segundo país con más petróleo de América Latina solo por debajo de Venezuela, a partir del próximo mes de enero.

En México existen tres variedades de gasolina que a partir de enero tendrán un nuevo precio máximo promedio por cada litro que implica un aumento (pesos):

  • Magna: 15,99 (US$0,77) +14,2%
  • Premium 17,79 (US$0,85) +20,1%
  • Diesel 17,05 (US$0,82) +16,5%

México se dividirá en 90 regiones con precios alrededor de esos promedios, siete serán regiones fronterizas, y el resto estarán en el interior del país.

Durante todo enero, el precio máximo promedio se mantendrá fijo, es decir, no habrá ni aumento ni retroceso en el costo de cada litro de gasolina.

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Las dos primeras semanas de febrero tendrán un ajuste semanal y a partir del 18 de febrero, los precios máximos serán fijados diariamente, por lo que el precio de cada litro de gasolina podría variar cada día.

El calendario trazado por el Gobierno prevé la liberación de los precios de forma escalonada de manera que Pemex y las nuevas empresas que ofrezcan el servicio podrán fijar sus precios de forma independiente: una gasolinera que desee reducir sus ganancias bajará el precio, pero podría obtener más clientes.

¿Y por qué ese precio?

En 2017 habrá tres elementos que harán que un litro de gasolina o diesel sea más caro o más barato, dependiendo de la región, estado y municipio en donde se compre.

  • Precio en el mercado: el costo del petróleo eleva o reduce el costo de la gasolina, y el precio a nivel internacional será la referencia: ya no estará sujeto al precio que el gobierno (Pemex y la SHCP) fijaba por razones financieras y hasta políticas.
  • Transporte y almacenamiento: un litro de gasolina será más caro o barato si una localidad se encuentra más lejos o cerca de una refinería o un puerto, si el combustible es llevado por tierra o por oleoducto, y si cuesta más o menos almacenarlo.
  • Impuesto a la gasolina: el gobierno aplica un impuesto de recaudación llamado IEPS a cada litro de gasolina vendido, el cual se seguirá aplicando y no se incrementará en 2017, según promete el gobierno mexicano.

Pero también habría un cuarto factor, las leyes ambientales locales: en ciudades como la capital mexicana, si las autoridades requieren que haya gasolinas menos contaminantes, costará más cada litro.

Las fronteras seguirán teniendo un régimen especial para tener precios que compitan con los de su contraparte, principalmente en las ciudades fronterizas del sur de EE.UU.

Más inflación

Analistas consultados por distintos medios de comunicación coinciden en advertir que con este nuevo esquema los mexicanos tendrán que enfrentarse a dos efectos negativos para su economía.

Uno es el más directo y visible: desembolsar más dinero para llenar el tanque de gasolina para los conductores, y por tanto el aumento en las tarifas del transporte público para los usuarios.

“La gasolina tiene un efecto multiplicador importante, más que muchos otros precios”, dice el analista Jonathan Heath, doctor por la Universidad de Pensilvania (EE.UU).

El otro efecto más indirecto y menos evidente es en el aumento en los productos que “se trasladarán a los consumidores“, prevé el economista mexicano Raymundo Tenorio.

“Los productores de los bienes y servicios, desde un mueble, prendas de vestir, alimentos, semillas, todo, el productor tendrá un incremento en sus costos variables debido a su pago adicional en su combustible”, dice Tenorio, director de la escuela de Economía y Finanzas del Tecnológico de Monterrey (México) donde prevén un incremento de hasta 3% en la inflación.

Un tercero es la pérdida de competitividad de México, que podría hacerse un país menos atractivo para la inversión, si el Banco de México trata de aplicar políticas coercitivas contra la inflación.

“El hecho de que la política mexicana se haga de carácter restrictivo, que trate de contener la inflación y por tanto aumentar las tasas de interés, tendrá un impacto en las posibilidades de crecimiento”, dice Gerardo Esquivel.

“El aumento de las tasas de interés desalienta la inversión, desalienta el consumo en bienes durables”.

País petrolero

El director de Pemex, José Antonio González, dice que hay una lógica de mercado natural en este nuevo esquema: Si el precio de la gasolina sube, subirá en México, y si baja, también bajará”, dijo en una entrevista radiofónica este martes.

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El precio del petróleo ha variado durante 2016 de alrededor de 26 dólares por barril a unos 53 en el cierre del año, lo que ha elevado el costo de las gasolinas en todo el mundo.

Hasta 2015, Pemex tuvo pérdidas de 40.000 millones de dólares y deudas por casi 100.000 millones, una crisis que el gobierno espera sanar con este nuevo esquema que libera a la empresa de los altos subsidios que costea al combustible.

“No había manera de que mantuviéramos el precio artificialmente bajo. Y lo que pasó ahora en México, como pasa en el mundo, es que el precio del petróleo dicta el precio de la gasolina”, explicó el secretario Meade en la radio.

El funcionario asegura que a partir de 2017 el gobierno dejará de usar dinero público para mantener el precio de las gasolinas, y si el precio del petróleo baja a nivel mundial, bajará el costo de la gasolina, lo que nunca pasó antes.

“Ahora que estamos en un mercado en el que estamos reflejando costos, veremos que el mercado de la gasolina sube con sus costos y baja con sus costos”, dijo Meade.

Pero para Tenorio, este nuevo esquema sirve para tener “el dinero que requiere el gobierno para no endeudarse y seguir tapando el hoyo financiero que requiere Pemex”.

‘Ya no habrá gasolinazo’: Peña Nieto

La palabra “gasolinazo” se convirtió en un tema de conversación recurrente para los mexicanos por los incrementos que vienen sufriendo desde 2015, pese a que el presidente Enrique Peña Nieto dijo que ya no los habría más subidas gracias a las reformas energética y hacendaria.

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Entonces, ¿cómo un país de alta producción petrolera tiene dificultades para enfrentar gasolina?

México fue perdiendo poco a poco su capacidad de refinar gasolinas y hoy compra en el exterior seis de cada 10 litros que consume, coinciden los analistas.

“Es el resultado de toda una política energética que nos llevó a depender de manera fundamental de las importaciones de gasolina, en lugar de refinarlas en el país”, apunta Esquivel.

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