Al menos 22 muertos y 100 heridos por un atentado en Pakistán
Al menos 22 personas murieron y más de medio centenar resultaron heridas hoy en un atentado con un coche bomba cerca de un mercado y una mezquita chií para mujeres de la localidad de Parachinar, en el cinturón tribal del noroeste de Pakistán y cercano a la frontera afgana, informó el diario ‘Dawn‘. “Tenemos 22 cadáveres aquí en el hospital y 57 heridos, entre ellos mujeres y niños”, dijo Moeen Begum, un cirujano del hospital donde están siendo atendidas las víctimas. Ikramullah Khan, un agente de política local, confirmó al citado diario la cifra de muertos por la explosión que tuvo lugar esta mañana en el abarrotado mercado de Noor.
El atentado fue perpetrado poco antes del rezo del viernes, con un tiroteo seguido de la explosión de un coche bomba que estaba aparcado en las inmediaciones del templo chií y un mercado, indicó a ‘Reuters‘ Sajid Hussain, parlamentario de la región donde ocurrió el ataque. “El ataque tuvo lugar en una zona muy concurrida y la mezquita de la mujer parece ser el objetivo”, dijo.
El atentado no ha sido reivindicado por ningún grupo.
Las autoridades locales han declarado el estado de emergencia en la zona y puesto todos los hospitales en alerta. A su vez, el Ejército ha enviado helicópteros a la zona para evacuar a los heridos, indicó en un comunicado.
El primer ministro paquistaní, Nawaz Sharif, expresó su condena en un comunicado y reiteró su determinación para acabar con el terrorismo. “La red de terroristas ha sido rota y es nuestra obligación nacional continuar esta guerra hasta la completa aniquilación del terrorismo en nuestro suelo”, aseguró Sharif.
Parachinar, zona de mayoría chií, es escenario habitual de actos violentos por parte de la insurgencia suní y el pasado enero una bomba acabó con la vida de 22 personas e hirió a 87 en un mercado local.
El atentado de hoy se produjo después de que una seria de ataques con unos 130 muertos en la primera quincena de febrero provocase que el Ejército lanzase un nuevo operativo militar en todo el país contra la insurgencia bautizada como operación Radd-ul-Fasaad (“Eliminación de la discordia”).
Ese operativo es la continuación de la operación Zarb-e-Azb (Afilado y cortante), que se puso en marcha en las zonas tribales en junio de 2014 y en la que murieron unos 3.400 supuestos insurgentes y ayudó a reducir significativamente la amenaza terrorista en el país.
