La comunidad internacional suspende a Qatar en derechos humanos y le acusa de financiar el terrorismo
El Examen Periódico Universal (EPU, o UPR por sus siglas en inglés, de Universal Periodic Review) es un mecanismo del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas que, desde 2005, examina la situación de los derechos humanos en los estados miembros. En su 33º sesión, celebrada estos días en Ginebra, se ha analizado a 14 países Noruega, Albania, la República Democrática del Congo, Costa de Marfil, Portugal, Bután, Dominica, Corea del Norte, Brunei, Costa Rica, Etiopía, Guinea Ecuatorial, Qatar y Nicaragua.
A pesar de que las recomendaciones han sido especialmente duras para algunos países como Brunei o Corea del Norte, las recientes tensiones en Qatar han hecho que este Estado haya recibido gran parte de las atenciones y críticas de la comunidad internacional, al que acusan de una merma sustancial de los derechos humanos dentro de sus fronteras.
Qatar, por su parte, ha cargado en Ginebra contra los EAU. En este sentido, el Ministro de Estado de Relaciones Exteriores de Qatar ha criticado que su país esté sujeto a medidas coercitivas unilaterales y embargos injustos de algunos países de la región, a los que acusa de violaciones de los derechos humanos en cuanto a la libertad de movimiento, residencia, propiedad privada, derecho al trabajo, educación, opinión y expresión, y el derecho a la salud, las creencias y el desarrollo.
De poco le ha servido la estrategia, la mayoría de los países ha criticado a Qatar por su implicación de financiamiento de grupos islamistas radicales que amenazaron a toda la región. Tan solo Turquía, Francia, Sierra Leona e Irán han tratado de manera significativa el bloqueo al que está siendo sometido Qatar por parte de sus vecinos para evitar la propagación del islamismo radical.
De esta forma, Siria ha pedido a la delegación de Qatar en el Consejo de Derechos Humanos en Ginebra que tome las medidas necesarias para combatir el terrorismo, intensifique los esfuerzos para prevenir el tráfico de seres humanos y adopte leyes para combatir la violencia contra las mujeres.
Por otro lado, Arabia Saudita ha recomendado a la delegación de Qatar que tome las medidas necesarias para devolver las propiedades confiscadas a la tribu de Ghufran y que elimine obstáculos que impiden a los residentes de Qatar y Qatar realizar el Hajj y la Umrah.
Iraq, a su vez, ha exigido a que ponga fin a la discriminación y la igualdad de género en los derechos de la educación y reduzca la violencia doméstica, mientras que Noruega le ha pedido que adopte medidas legales para proteger a los trabajadores domésticos. En el mismo tono se ha expresado Irlanda, quien ha asegurado que es necesario que Qatar regule el permiso de salida para trabajadores extranjeros y migrantes y que detenga la ejecución de la pena de muerte y su abolición definitiva.
Por su parte, el Sultanato de Omán ha hecho un llamamiento a Qatar para empoderar a las mujeres política y económicamente y desarrollar una política educativa integral para niños con necesidades especiales. El Líbano también ha recomendado que Qatar refuerce la legislación sobre salud y garantice el acceso a todos sin discriminación.
Italia ha ido más allá y ha rogado a este Estado que tome medidas adicionales, elimine la discriminación contra las mujeres, detenga la ejecución y se coordine con la Organización Internacional del Trabajo con respecto a los trabajadores extranjeros. En la misma línea, Japón ha apostado por que Qatar tome medidas adicionales contra la discriminación contra las mujeres y los trabajadores extranjeros.
Myanmar ha recomendado que adopte nuevas medidas para reformar el sistema de patrocinio y criminalizar la explotación de los trabajadores migrantes y la no discriminación en la educación contra las niñas, mientras que Nigeria ha recomendado que refuerce los esfuerzos para combatir la trata de personas y que respete los derechos de los trabajadores migrantes.
También Túnez ha pedido a la delegación de Qatar en el Consejo de Derechos Humanos que promueva los derechos de las personas con discapacidad y garantice la no discriminación contra ellos, mientras que Bahrein ha reclamado a este país del Golfo que elimine las barreras para que los trabajadores extranjeros puedan acceder a la justicia, prevenir el trabajo forzoso y combatir los delitos de trata de personas.
Por último, Egipto ha recomendado a Qatar que detenga la eliminación de la ciudadanía arbitraria y deje de apoyar las plataformas de los medios que incitan a la violencia y al odio.
En 2017, tras varios meses de tensión, Arabia Saudita, Bahréin, Egipto, Yemen, Emiratos Árabes Unidos, Maldivas, Mauritania y el gobierno del este de Libia decidieron romper relaciones diplomáticas con Qatar. Echaron al embajador, cerraron las rutas marítimas y aéreas, y algunas de sus aerolíneas, como Etihad Airways, anunciaron la suspensión de los vuelos al emirato. La causa de la ruptura es el sostenido apoyo financiero del régimen de Tamim bin Hamad al-Thani a diferentes organizaciones y líderes terroristas.
De esta forma, el gobierno qatarí le ha prestado su apoyo a Hamas, a los Hermanos Musulmanes, a Al Qaeda en la Península Arábiga (AQAP en inglés), a Hezbollah, a los Talibanes y al Frente al Nusra, a través de préstamos monetarios, pagos de rescate y envío de suministros. Además, da asilo a por lo menos 12 individuos buscados internacionalmente, incluyendo a agentes talibanes, a financistas de Al Qaeda y a Yusuf al-Qaradawi, ideólogo de los Hermanos Musulmanes. A pesar de que han sido públicamente sancionados por Estados Unidos o por la ONU, y de que tienen órdenes de arresto de Interpol, pueden vivir en Qatar libremente, y en algunos casos, lujosamente
Además, el Consejo de Transición del Sur de Yemen ha acusado al gobierno de Qatar de apoyar a los rebeldes hutíes en el conflicto en este país en un intento de desestabilizar la región. El grupo con sede en Adén, cuyos combatientes están luchando contra los rebeldes respaldados por Irán junto a las tropas gubernamentales respaldadas por la Coalición Árabe, dijo que Doha está contribuyendo financieramente a los rebeldes. “Qatar ha jugado un papel muy negativo en la desestabilización de la situación en Yemen ofreciendo a los hutíes y otros grupos terroristas todo el apoyo necesario para mantenerse vivos para cumplir las agendas iraníes, que apuntan a desestabilizar al mundo árabe”, aseguró Salem Thabet Al Oulaqi, un portavoz de STC.
No solo eso. En la reciente crisis en Gaza, se sospecha que parte de los misiles lanzados a suelo israelí y que desencadenaron una escalada de tensión que acabó con casi 30 muertos, estaban financiados por Doha. En este sentido, las relaciones de Hamas con Qatar se remontan al momento en que Israel estableció el bloqueo a Gaza después de que el movimiento ganara las elecciones de 2006. La relación recibió un impulso durante la Cumbre de Doha, que se celebró durante el primer ataque israelí a Gaza en 2008 y 2009. La Cumbre invitó a asistir a ella al dirigente de Hamas Khaled Meshaal. Por primera vez Meshaal se sentó a lado de jefes de Estado regionales y árabes, los más destacado de los cuales eran el Emir qatarí el jeque Hamad bin Khalifa Al Thani, el presidente de Sira Bashar al-Assad, el presidente iraní Mahmoud Ahmadinejad y el primer ministro turco Recep Tayyip Erdogan.
Estos acontecimientos convirtieron a Qatar en el actor principal de la cuestión palestina. Qatar consideró el bloqueo a Gaza injusto e inmoral, lo que hizo que el primer ministro del gobierno de Hamas en Gaza, Ismail Haniyeh, y varios de sus ministros agradecieran a Qatar su apoyo continuo e “incondicional”. Entonces Qatar empezó a suministrar ayuda política, material, humanitaria y de caridad. Desde entonces, Qatar apoyó financieramente a Hamas con donaciones, subvenciones… lo que ha otorgado al grupo terrorista una influencia descomunal en la región y ha fomentado la proliferación de otros grupos terroristas como la Jihad Islámica.
Valga como ejemplo, esta semana, el enviado de Qatar, Muhammad al Emadi, ingresó a la Franja de Gaza a través del paso fronterizo Erez, acompañado por una importante delegación, donde ha entregado a Hamás un paquete de ayuda de 30 millones de dólares en el marco de los acuerdos para la calma en la zona y ha anunciado donativos por valor de 480 millones de dólares en concepto de ayuda a los palestinos de Gaza y Cisjordania.
