¿Cómo será el mundo después del confinamiento?

Cómo será el mundo postpandemia? es una de las preguntas que nos hacemos una y otra vez.En términos macroeconómicos, geopolíticos y sociales, la respuesta requiere un tanto de paciencia. Las variables son múltiples y la relación entre ellas muy compleja. En ese ámbito la persona tiene una capacidad de influencia relativamente pequeña.
Si giramos un poco la pregunta, las respuestas no sólo son más rápidas, sino que nuestra área de influencia es mayor.¿Cómo será mi mundo postpandemia?
                                                    
Es evidente que nos ocupa, incluso preocupa, ¿Cómo será el mundo en términos generales, pero el mundo que viviremos de manera más intensa y directa, será nuestro mundo, es decir, nuestra vida cotidiana?.Si nos preguntamos ¿Cómo será nuestra vida cotidiana pospandemia?
La respuesta generalizada, pasa por tener conciencia de que el mundo que vendrá es el que estamos construyendo hoy.El mundo que construimos desde:
  • Nuestros patrones mentales ( maneras de ver la vida)
  • Nuestros estados emocionales (nuestro rango de inteligencia emocional)
  • La calidad de nuestras relaciones interpersonales.
  • Y de manera destacada, nuestra calidad humana.
“Podemos percibir y vivir el confinamiento como un mal sueño del que salir o podemos hacerlo cómo una oportunidad de reflexionar sobre nuestras costumbres.Podemos vivirlo desde la Resistencia o desde la Resiliencia”. Afirma la socióloga Alicia Aradilla.
La socióloga Alicia Aradilla plantea un DECÁLOGO con CONSEJOSpara enfrentarnos a la sociedad que viene tras el confinamiento:
  1. En ocasiones, las preguntas son más reveladoras que las respuestas. Si queremos saber el mundo de mañana podemos hacer algunas preguntas a nuestro mundo de hoy. Por ejemplo,
    • ¿Qué sensibilidades de hoy me llevo a mañana, tales como ser más sensible al otro, a la desigualdad, a la injusticia, al sufrimiento ajeno.
    • ¿Qué recuerdos de hoy? ¿serán mis enseñanzas para mañana?, por ejemplo, darle más valor  al abrazo  o a la palabra.
    • Los elementos de éxito que me han permitido estar en confinamiento, ¿De qué manera puedo trasladarlos a los retos que vendrán?, por ejemplo, la disciplina, la constancia, la determinación, la responsabilidad.
    • ¿De qué manera puedo incluir los intereses ajenos cuando pienso en mis intereses? Como he hecho hasta ahora.
  2.  Responsabilidad individual: Tenemos que mantener y elevar nuestra cuota de responsabilidad individual  en lugar de depositar tantas esperanzas en la responsabilidad estructural (administraciones, gobierno, organizaciones empresariales…)
  3. La Inteligencia emocional es una clave. Es importantedar la vuelta a las cuestiones dando un giro solidario. Cambiar la pregunta ¿En qué puedo beneficiarme yo? por ¿En qué puedo contribuir?. Este cambio requiere un nivel de conciencia que sólo podrán asumir las personas con inteligencia emocional media y alta.
  4. No tomar una postura de victimismo, no avanzaremos. Esto es porque si somos víctimas, además de que no seránescuchada nuestras preguntas, perderemos  la oportunidad de desarrollarnos a partir de esta experiencia tan insólita. Las personas que se victimizan a si misma, van perdido atractivo, no provocan que otras quieran compartir experiencias con ellas, así poco a poco provocan su propio aislamiento social.
  5. Debemos conectar con nuestra capacidad Resiliente, es decir, la capacidad de vivir una experiencia traumática, superarla  y  salir reforzado de ella, con más aprendizajes y recursos.
  6. El poder de la palabra. Debemos desarrollar nuestras habilidades conversacionales, en estos momentos inéditos y excepcionales sincontacto físicos, nos queda la palabra, para mantener  y cuidar nuestros vínculos sociales y relaciones personales.
  7. Colaboración y generosidad:Ser consciente de que, como individuos, somos muy poderosos y poner ese poder al servicio del Bien Común. La competitividad del individualismo nos hace perder competencias.
  8. .Reordenación de valores: Esto está sucediendo y sucederá. No debemos olvidarnos de ello, cuando esto acabe. Tanto a nivel colectivo, como individual. Reordenar valores no significa que cambien los valores en sí mismos, sino que cambiaran los criterios de prioridad. En la sociedad aparecerán nuevos patrones de comportamiento grupal. Seremos testigos de un claro proceso de reformulación colectiva.
  9. Del consumo compulsivo al consumo consciente. Los patrones de consumo tras el confinamiento marcarán dos grandes extremos. Por un lado, un consumismo, si cabe,  más acumulador y salvaje, y en el otro extremo, una real orientación al consumo consciente (local, responsable, ético, más humano),
  10. El predomino del miedo.El miedo fue la primera emoción protagonista del confinamiento. Miedo por nuestra economía, nuestras relaciones sociales y ante todo, miedo a morir. Gran tabú de las sociedades contemporáneas. Cuando volvamos a salir a la calle, después de tantos días de confinamiento, propongo la prudencia y la consciencia para no entrar en pánico ante el contacto humano.
“El mundo que vendrá nacerá de hacernos preguntas más que de buscar respuestas” concluye la  experta.
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