¿Qué es el retinol?
El retinol no es todo. Tenemos distintos retinoides como el ácido retinoico, el retinol y otros derivados, y todos ellos son, a su vez, son derivados de la vitamina A. Tienen como función principal la exfoliación, ya que consiguen eliminar la capa más superficial de la piel, con el crecimiento así de una piel más rejuvenecida y con mayor luminosidad. Además todos estos tratamientos van a conseguir, aparte, estimular la formación de colágeno ya que activan la proliferación de fibroblastos.
El ácido retinoico generalmente es más potente y lo vamos a conocer de dos maneras que son a tetrinoína y a isotetrinoína (que es de uso oral y propio del tratamiento del acné). Al generar una exfoliación superficial va a mejorar marcas, manchas y pequeñas arrugas de expresión consiguiendo un rejuvenecimiento completo y estimulando la producción de colágeno mediante la estimulación de fibroblastos a nivel de la dermis. El ácido retinoico es el más potente pero a su vez el más irritante, por lo que se debe utilizar por las noches y siempre debemos comenzar con una aplicación en ascendencia de frecuencia, comenzando con una o dos noches en semana durante un mes y luego ir ampliando su frecuencia de uso.
Si tenemos una piel muy sensible o si no podemos utilizar el ácido retinoico es el retinol. Esta molécula es lo que comúnmente está contenido en las cremas con distintas concentraciones y formulaciones. El retinol es una fórmula bastante inestable, que no le puede dar la luz, y que se oxida con relativa facilidad. También provoca esa exfoliación superficial y renovación cutánea mejorando manchas, marcas y pequeñas líneas de expresión. Es menos potente pero es una partícula muy rápida que consigue efectos bastante buenos e irrita menos que el ácido retinoico, por lo que podemos comenzar con su uso de 2/3 días semana para luego ir subiendo. Estos productos son para utilizarlos por la noche, sabiendo que a más frecuencia de uso más posibilidad de irritación sobre todo en las pieles más sensibles.
Si la piel es muy sensible, recomendamos pasar a otro tipo de moléculas como el retinaldehido que es un precursor del ácido retinoico que irrita bastante menos y sus efectos se notan de forma más lenta y es más útil en pieles sensibles ya que prácticamente no irrita.
Para el uso de los retinoides recomendamos el ácido retinoico en los comprimidos – en particular la isotetrinoina en comprimidos – , y el retinol, en crema.
A la hora de empezar a utilizar los retinoles en tratamiento domicialiario ha de ser con cautela, siempre con supervisión médica, de manera progresiva (1 o dos días a la semana subiendo su frecuencia de uso) y sabiendo que a más concentración vas a conseguir efectos más rápidos pero también más efectos secundarios (mayor irritación). Son productos que han de utilizar siempre por las noches porque son productos fotosensibilizantes, y siempre asociados a una buena fotoprotección solar. Como señala la Dra. Pilar de Frutos “Cuando utilizamos retinoles de alta concentración hay que realizarlo bajo supervisión dermatológica ya que aunque mejora mucho nuestra piel son productos bastantes irritantes. Por eso, para el uso de retinoles avanzados es necesaria la consulta previa con un dermatólogo”.
