Cuatro claves para disfrutar de la música mientras cuidamos nuestra salud auditiva

La pérdida de audición supone una reducción de la sensibilidad que tenemos las personas para captar y entender los sonidos, entre ellos, la música. Coincidiendo con la celebración del Día de la Música, que tiene lugar el próximo domingo 22 de noviembre, los expertos del área de Audiología de ALAIN AFFLELOU nos dan las claves para escuchar música y, al mismo tiempo, cuidar de nuestra audición:

1. Fijar límites de volumen. Se recomienda que el volumen esté por debajo de los 85 dB. Para acertar, nos podemos guiar por la regla 60/60, es decir, nunca aumentar o superar  girar el volumen más allá del 60%. Si sobrepasamos ese límite o el que alertan los dispositivos en rojo, significa que estaremos por encima del umbral del nivel de seguridad auditiva.
2. 60 minutos, como mucho. El daño auditivo no es solamente una cuestión del volumen, también influye el tiempo que pasamos escuchando música. Por ello es recomendable reducir el tiempo de escucha de música con auriculares a menos de una hora al día.
3. Es preferible utilizar headphones. ¿El motivo? Los auriculares de diadema alejan la fuente del ruido de los oídos internos y el espacio extra que ocupa en nuestras orejas puede proteger nuestros tímpanos de la presión de escuchar los sonidos directamente dentro de nuestros oídos. En el caso de los auriculares que van dentro del oído, la filtración de ruidos nos obliga a subir el volumen, algo que no necesitamos en el caso de los headphones.
4. Muy importante que los auriculares sean de buena calidad. Y, si además tiene cancelación de ruido o aislamiento acústico para bloquear el ruido de fondo, no nos veremos obligados a aumentar el volumen.

Desde el Área de Audiología de ALAIN AFFLELOU nos recuerdan la importancia de cuidar de nuestra salud auditiva. Es importante acudir al audiólogo al mínimo indicador de que no estamos entendiendo bien y realizarnos al menos una revisión anual. Reducir nuestra capacidad auditiva equivale a dejar de percibir gran parte de los estímulos que recibimos constantemente desde el exterior, como por ejemplo conversaciones, sonidos y melodías que son esenciales para nuestro día a día.

Todo el tiempo que dejamos pasar hasta acudir a los audiólogos especialistas juega en nuestra contra, ya que cuanto mayor sea la pérdida auditiva, más difícil será prevenirla, así como también acostumbrarnos a las ayudas auditivas que podamos necesitar. Además, las patologías auditivas tienen consecuencias que afectan directamente a nuestra salud y al comportamiento de las personas, ya que muchas tienden a aislarse socialmente, por ejemplo, recluyéndose en casa o abandonando aficiones que realizaban en su tiempo libre.